Comprimidos de polvo de ajo elaborados con ajos frescos de la mayor calidad procedentes de nuestros cultivos ecológicos, siguiendo un proceso exclusivo de liofilización que garantiza el mantenimiento de altos niveles de alicina y otras sustancias activas organosulfuradas. Además, llevan un recubrimiento entérico que les hace resistentes a los ácidos del estómago y garantiza la máxima absorción de alicina.
El ajo en la historia
Desde la antigüedad, el ajo ha sido consumido por las
distintas civilizaciones. Los sumerios dejaron plasmada la importancia culinaria
de los ajos en distintas recetas que han llegado hasta nuestros tiempos; los egipcios
los usaban dentro de sus ritos funerarios; griegos y romanos lo consideraban un
excepcional vigorizante; durante la edad media y hasta la primera guerra
mundial se utilizó como desinfectante. Pero no fue hasta 1944 cuando el doctor
Arthur Stoll (ganador del Premio Novel) descubre la aliína (aminoácido
azufrado) como sustancia precursora de las principales cualidades que se le han
ido atribuyendo al ajo a lo largo de la historia.
¿Sabías que...?
Los estudios realizados con la alicina, han demostrado que
se trata de un compuesto muy inestable, que desaparece rápidamente tras la
manipulación del ajo y prácticamente inexistente en el ajo cocinado,
deshidratado o, incluso, liofilizado directamente. Nada más ingerir los ajos,
se liberan los compuestos azufrados del ajo y se metabolizan rápidamente
distribuyéndose por todo el cuerpo, especialmente en los pulmones, razón por la
cual se utilizó como tratamiento de la tuberculosis durante el siglo XX.
Aunque se pueda encontrar gran cantidad de alicina en el ajo
fresco, eso no significa que se asimile
en su totalidad, ya que en el proceso de digestión, las condiciones de pH ácido
del estómago hacen disminuir de manera drástica las concentraciones iniciales
de alicina del ajo fresco una vez digerido en el estómago.
Por esta razón, en Soria Natural hemos desarrollado un
comprimido entérico resistente a las condiciones ácidas del estómago que
permite la liberación de la alicina en el lugar de máxima absorción del aparato
digestivo: el intestino delgado. De esta manera podemos asegurar que la alicina
del comprimido va a ser asimilada por nuestro organismo y que mediante el
proceso de fabricación desarrollado no destruimos la alicina.